domingo, 24 de junio de 2007

Su atornillada mandíbula de cristal

Este es el inicio de una historia que no he conseguido terminar. Tentativamente, será un cortometraje en algun futuro juguetón. Se aceptan colaboraciones =)

------

Así que decidió conseguirse una sonrisa. Es claro que no era una idea barata, debía privarse de pequeños gustos, pequeñas croquetas, botanas, muletas para el ánimo. Pero su trabajo lo valía, porque sabrán, que las necesidades de una maquilladora de cadáveres son extensas, hartas. Borrar la erección de un intransigente, o vendar la gracia divina de un busto prominente, gracias a dios, mientras ella, con su atornillada mandíbula de cristal, procuraba dejar de salivar. Es claro que no era una idea cómoda, había visto en las revistas de espectáculos unas cuantas fotos del procedimiento, gracias a dios que no duele más que un parto, menos que una mueca mal ejecutada. Ella que no tenía hijos, ignoraba que tan alto el termómetro podía marcar. De vez en cuando, cada que sus malditas coincidencias la amarraban, se encontraba cuidando a un par de sobrinos con déficit de atención, así que se daba una idea del dolor.

----

(Una mañana me desperté con la frase "Así que decidió conseguirse una sonrisa" grabada entre mis labios, me levanté, me senté frente a la computadora y salió esto. Sin pensar, sin edición.)

No hay comentarios: