miércoles, 26 de septiembre de 2007

Conejito Suicida #3, 4, 5 | Andy Riley




Caja de Luz | Michal Mackù



La manipulación pre-digital de la fotografía como objeto es una de las líneas de enfoque más interesantes de la disciplina, toda vez que requiere de un profundo conocimiento de procesos químicos y ópticos que exceden al fotógrafo promedio.

De entre estos fotógrafos sobresale Michal Mackù, un fotógrafo checo que es reconocido desde finales de los 80s por el uso de una técnica desarrollada por él mismo llamada "Gellage" (la unión de collage y gelatina). Esta técnica consiste en la separación química de la emulsión fotográfica (o "gelatina") de su base original en papel; de esa manera transfiere la imagen a otro papel húmedo y la manipula en la precisa forma que desea. Al final, deja secar las piezas y las une. Con esto logra crear nuevas formas de las imágenes originales, cambiando sus relaciones y otorgándoles nuevos significados durante esta transferencia. El trabajo final resulta en una imagen compacta con una estructura superficial fina. Así, cada Gellage es una impresión altamente durable, lista para colección y exhibición. La técnica, siendo muy laboriosa -y que a menudo incluye más de un negativo por imagen- hace impresiones completamente diferentes: cada Gellage es una obra de arte original.


Como generalmente sucede, no basta con el dominio de recursos efectistas, estos deben servir al diálogo que el fotógrafo necesita entablar. Acerca de ello, el mismo Mackù comenta: "Uso el cuerpo desnudo (mayormente el mío) en mis imágenes. A través del proceso fotográfico, este cuerpo concreto es obligado a encontrarse con ambientes abstractos: la distorsión. Esta conexión es la más emocionante para mí, y me ayuda a descubrir nuevos niveles de humanidad en el trabajo resultante. (...) Las imágenes significan el contacto específico con una realidad concreta para mí, una que ha sido capturada en un nivel de tiempo real- La técnica de Gellage que uso me ayuda a llevar una de estas hojas de tiempo y liberar una figura, un cuerpo desnudo, logrando que dependa del tiempo de nuevo. directo con su realidad. Mi obra coloca imágenes corporales en nuevas situaciones, nuevos contextos, nuevas realidades, causando que su auténtica realidad se vuelva relativa. Estoy interesado en cuestiones de moral y de libertad interna. Uno crea los medios para comunicar lo que no podría ser expresado de otra manera. Después viene la necesidad de describir, de definir."


El trabajo de Mackù, en el que se pueden ver reminiscencias de las retículas infintas de Escher, la violencia de Sozanský e incluso el existencialismo de Magritte, puede ser visto en la red, http://www.michal-macku.cz/ es su galería.

Publicado en Diario Presente, el 26 de septiembre.

Caja de Luz | Fotoseptiembre 2007 (2da parte)









En la entrega anterior, se ha observado cómo el lenguaje plástico y el lenguaje fotográfico se unen para enriquecerse, en la exposición fotográfica "Fotoseptiembre 2007", presentada por el Colegio de Artes Tabasco A.C. Ahora, se muestra la otra propuesta: la de los jóvenes fotógrafos de esa misma asociación, que están encontrando en esa disciplina, un nuevo conjunto de códigos, con la intención de lograr una cohesión en el desarrollo gráfico local.

El desarrollo de la fotografía en Tabasco en los últimos cinco años ha devenido en una búsqueda de propuestas desde las periferias de la disciplina hasta los procesos más íntimos de la misma. Los fotógrafos tabasqueños actuales están sentando las bases para un entendimiento más certero del acto fotográfico: en la fotografía de autor de principios de los 90s, se identifican nombres como Fernando Lizalde, Edmundo Segura e Ignacio Osorio (del primer colectivo fotográfico local "Enfocarte", aún vigente). Como consecuencia, se observa un crecimiento en el tratamiento del concepto, donde la experiencia de gente como Arturo Fernández, Israel Zúñiga y Hermilo Granados ha permeado en el trabajo fresco y arriesgado de otros como Rubí Segura, Ramiro Sánchez Sotelo, Luvia Marín, Eduardo San Miguel, Valeria Pérez Herrera y Misael Sámano-Vargas, éstos últimos, socios del Colegio de Artes Tabasco A.C. y expositores en la colectiva "Fotoseptiembre 2007".

El trabajo de Luvia Marín y Valeria Pérez Herrera -con "Piel de maniquí" y "Fogata en la playa" respectivamente- muestra este juego entre lo clásico y lo experimental, donde la cámara deja de ser un mero instrumento para convertirse en un nuevo observador con un diálogo propio. Se destaca la variedad de temas que Valeria Pérez Herrera ha desarrollado, desde la infancia hasta poesía pelliceriana. De la misma manera, Eduardo San Miguel recrea la abstracción propia de su afición por los tópicos digitales, esto es, la recreación de lo aparente y lo sintético, como en "Sin Título II". Finalmente, Misael Sámano-Vargas presenta "Rorschach", en alusión a los test psicológicos de tarjetas con manchas de tinta, en su último intento de cederle al observador su lugar en el proceso creativo de decodificar la imagen. "Fotoseptiembre 2007" está expuesta en la Galería de Artes Tabasco (Narciso Sáenz 122, Centro), sede del Colegio de Artes Tabasco A.C., en horarios de 9:00-20:30, de lunes a viernes.



Fotos:Luvia Marín. Piel de maniquí. foto color / 28x35 Valeria Pérez Herrera. Fogata en la playa. foto color / 20x25 Misael Sámano-Vargas. Rorschach. composición digital / 30x45
Eduardo San Miguel. Sin Título II. Fotografía digital. 28x35

Publicado en Diario Presente el 17 de septiembre.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Los conejos ya tienen título. Y marco.

De día sueñan (miran su doble sol y están contentos).

Andy Riley | El Libro de los Conejitos Suicidas


Maravilloso. Simplemente maravilloso. La edición original data de 1990, un libro con tiras cómicas de conejos blancos que ya no quieren mover su naricita. Apenas encuentre más imágenes, las subiré.

martes, 11 de septiembre de 2007

Caja de Luz | Fotoseptiembre 2007

La fotografía como un medio de expresión ha sido explorada desde los orígenes químicos de la disciplina, a través de experimentos como las rayografías de Man Ray y los trazos de la batalla de gallos de pelea de Joan Fontcuberta, así como la búsqueda de temas complejos, vinculados con verdades personales o comunitarias. En este tono experimental, el Colegio de Artes Tabasco A.C. presenta la exposición anual "Fotoseptiembre 2007", inaugurada el pasado 6 de septiembre.
Presentando más de 20 piezas fotográficas, esta exposición se destaca por la presencia de obra fotográfica de artistas visuales cuyo lenguaje está más asociado con la plástica que con la fotografía. De esta manera, se busca vincular el lenguaje visual propio de los artistas plásticos -entre pintores y escultores- con la bidimensionalidad propia de la fotografía. Se aprecia en piezas como "Humo Sagrado" de Edgar Dazz -quien reafirma su condición de artista visual- y "Anatomía Femenina 3" de Licia Brunet, el desarrollo lúdico de los temas personales, esa búsqueda de control inherente al trabajo plástico y la transferencia de un diálogo que, comúnmente para un artista plástico, empieza desde una concepción de la nada, sin una dependencia de la realidad. Es aquí donde se presume interesante esta manera paralela de creación, ya que el artista plástico parte de la Idea como abstracción absoluta para desarrollar su proyecto, mientras que el fotógrafo generalmente usa y adapta lo que está ya creado para intentar una descontextualización.
Mención aparte merece la pieza "Recuerdos de la Niñez (Jugando con lodo I)" de Rubén Jacinto Mondragón, donde a decir del autor, busca crear una pieza de arte efímero usando la fotografía como origen y consecuencia. "Recuerdos..." es una imagen sutil, pero poderosa, donde el Acto Fotográfico se mezcla con el Acto Creativo de la plástica, con el pigmento como huella lumínica y la tierra como lienzo. "Fotoseptiembre 2007" está expuesta en la Galería de Artes Tabasco (Narciso Sáenz 122, Centro), sede del Colegio de Artes Tabasco A.C., en horarios de 9:00-20:30, de lunes a viernes.

Fotos: 1. Rubén Mondragón. Recuerdos de la Niñez (jugando con lodo I). fotografía a color / 27x35 /2. Edgar Dazz. Humo Sagrado. foto color / 30x40 / 3. Licia Brunet. Anatomía Femenina 3. Composición digital / 28x35

Este texto fue publicado el 12 de septiembre en la sección "Caja de Luz" de Diario Presente. Mi segunda entrega, espero que falten muchas. Un agradecimiento a la persona que me impulsó a empezar a publicar.

Luna de Papel | Exposición fotográfica colectiva


La galería café "El Refugio de la Luna" cumple un año de existencia. Para celebrarlo, han invitado a varios de los fotógrafos más entusiastas (jaja) a participar en esta colectiva. Cada autor participa planteando su propia visión sobre la Luna, su relación con la piel y su simbolismo nacarado. Los "artistas visuales" que participan son Carlos Andrés Hernández, Juan de Jesús López, Carmen Mayo, Hugo Ricaño, Eduardo San Miguel, Misael Sámano-Vargas, Edmundo Segura (coordinador), Rubí Segura y Ricardo Torres. Se inaugura el viernes 14 de septiembre a las 8 p.m. en la galería citada, ubicada en Miguel Hidalgo, casi esquina con Zaragoza, atrás del parque de los Pajaritos. Supongo que habrán otras sorpresas, ya que ese mismo día se celebra el aniversario del lugar.

Caja de Luz | James Nachtwey


He sido un testigo y estas imágenes son mi testimonio. Los eventos que he registrado no deberán ser olvidados, mucho menos repetidos". James Nachtwey.

Desde Afganistán hasta Nueva York, desde Bosnia hasta Kosovo, James Nachtwey continúa con el legado de grandes fotógrafos de acción, combinando el sentido de la responsabilidad de Robert Capa, el momento decisivo de Cartier-Bresson y el atrevimiento de Catherine Leroy. Ganador del prestigiado World Press Photo en 1994 con la fotografía tomada a un miembro de la tribu Hutu que declinó asesinar a más Tutsis en el genocidio de Ruanda, Nachtwey se caracteriza por un trabajo de campo incisivo y crudo, donde lo increíble de la malicia humana es filtrada a través de lo logrado de su lenguaje visual. Es quizás el fotógrafo de guerra más influyente de la disciplina actual, ya que es posible notar en sus fotografías esa búsqueda de humanidad en situaciones tan desesperanzadoras.
¿Pero cómo un fotógrafo que se dedica a comunicar los horrores de la humanidad se acerca a los personajes de esas situaciones? Nachtwey usa la composición (el acomodo de los elementos en sus imágenes) para identificar la belleza que logra contradecir la fealdad en las situaciones que registra, ayudando de esa manera a comunicar el mensaje de incoherencia y confusión. Su fotografía dice mucho sobre su actitud y la manera en que se acerca a los personajes y las situaciones. Él afirma que trabaja de una manera lenta y gentil, tratando a la gente con interés y acercándose a ellos con respeto. Se comunica a través de palabras y gestos, de manera que el personaje se sienta que colabora con él en la creación de esa imagen. Sus imágenes no son robadas, sino realizadas con calma, cuidado y precisión.La mayoría de sus fotografías son hechas en "el mismo espacio íntimo en el que los sujetos habitan", y dado que trabaja tan cerca con sus sujetos, esa intimidad se transfiere a las imágenes. Al usar un lente gran angular, desde un punto cercano a la persona, crea la sensación de estar ahí e interactuar con la situación, en contraposición a estar a metros de distancia con un telefoto. En muchas otras de sus imágenes encontramos sujetos que son "cortados" en el encuadre, donde muchos fotógrafos hubieran incluido la totalidad del mismo, provocando una sensación de hastío o de choque visual. Ésto, incluso ha provocado comentarios que encuentran el trabajo de Nachtwey perturbador, o que cuestionan su motivación. Se habla de que su atracción por el horror de la guerra está basado más en un "aprovechamiento estético" que en la campaña antiguerra que profesa.
La fotografía "Genocidio en Ruanda" (quizás su fotografía más famosa) es un claro ejemplo del diálogo fotográfico que Nachtwey propone. En aquélla se observa un claro confinamiento, que enfatiza el carácter emocional de la imagen. Las manos y parte de la cabeza "cortadas" por el fotógrafo, que repercute en la manera en que leemos las heridas en -justamente- la cabeza del sujeto. Los ojos y el rostro que busca escapar de la imagen, sólo para encontrarse con el borde de la fotografía, en un nuevo confinamiento. Esta fotografía fue tomada en un hospital ruandés, donde el sujeto se recuperaba de un ataque a machetazos por parte de su misma tribu, ya que se negó a asesinar a alguien de la tribu enemiga.

Este texto (de mi autoría) fue publicado originalmente en la sección "Caja de Luz" de Diario Presente, el pasado 5 de septiembre. Espero poder tener el espacio para seguir publicando en esa sección.