En este principio, ya no son los conejos blancos-pero-rosas-pero-blancos. Tampoco el del país de las maravillas, que debe de estar cenando pastelillos rejuvenecedores a estas horas. En este principio, no hay conejos herman, ni conejos relojeros, ni de espirales. Ahora, el boceto de una imágen más ambiciosa está aquí, con los 125 desdoblados protagonistas, todos un conejo tejido, mullido y fuerte -producto de un riguroso casting de entre mis seis conejos de bolsillo-. Agradezco a todas aquellas personas que me inspiraron y me observaron con un dejo de ternura-extrañeza cuando quería conseguir 70 conejitos blancos. Gracias mis ex-alumnas, Cortázar y a ese empleado que no conozco, pero podría ser pintado de rosablancorosa. Se aceptan títulos, por cierto. Este es sólo el tentativo. Se expondrá en el café-galería el Refugio de la Luna (miguel hidalgo esquina con iguala, por donde está La Polar), con fecha tentativa de 17 de septiembre, a las 8 pm, junto con otras imágenes de gente como Edmundo Segura, Juan de Jesús López, Ricardo Torres y Eduardo San Miguel. Lean "Carta a una señorita de París".
1 comentario:
encontré algo que escribiste y que llamó mi atención.
-Habla de las coincidencias cuando ella misma es una de ellas.-
bueno, espero que encuentres la perfecta relación a la frase.
Publicar un comentario